Ayer, viernes 10 de diciembre, fecha en la que deberíamos de conmemorar por todo lo alto y en todos los centros culturales, tanto públicos como privados, la Declaración de los Derechos Humanos, tuvo lugar en Gijón, en la librería La Buena Letra, la presentación del libro de poesía La Mancadura. El Daño[i], de Berta Piñán. La presentadora fue Montse Garnacho, escritora a quien recientemente se le concedió el III Premio María Josefa Canellada de Literatura Infantil y Juvenil, por su obra teatral “A pespunte”.
La presentación fue divertida, como esperaba, y poética. Me interesa destacar dos cosas de entre todas las que dijo Montse Garnacho. Una sobre Berta, de la que dijo entre bromas y veras, que todo el mundo la conocíamos, que llegaría a ser Berta, como cuando decimos “Federico” (refiriéndose, claro está a Federico García Lorca), y ya está dicho todo.
La otra afirmación que me interesó particularmente fue cuando intentando explicar el contenido del libro dijo: se trata de lo de siempre: manquéte, mancásteme, mancámonos… (te hice daño, me hiciste daño, nos hicimos daño...)
Berta, con su dulzura habitual, después de darnos las gracias, (¡ella a quienes estábamos presentes!) nos leyó algunos poemas y fue explicando algunos porqués y “la línea argumental”.
Si los poemas de Berta son siempre extraordinarios, cuando ella los lee cobran un sentido aún más profundo, de modo que el acto fue muy agradable y emotivo, sin sensiblerías.
Para quien no ha tenido el placer de escucharla leyendo sus poemas, le recomiendo el disco “Joaquín Pixán canta a les poetes asturianes,” en el que se incluye un DVD y se la puede ver y escuchar.
¡Ah!, lean el libro, les garantizo la adicción.
[i] Berta Piñán La Mancadura. El Daño, Edición bilingüe, Trea, Gijón 2010
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