Pues sí, hoy 16
de agosto es el Día de la Filósofa.
Para mostrar
cómo va esto de las filósofas, podemos tomar como ejemplo la colección del
diario El País, diario que pretendió, más que pretende, ser el periódico de la
progresía de este país nuestro. El 25 de enero de este 2015 salió a la venta el
primer libro de una colección de 30, que finaliza hoy, dedicado a la filosofía.
El título general es Descubrir la
filosofía y explican en su
publicidad que se trata de “Una oportunidad única de redescubrir y entender la
historia del pensamiento de la mano de los mejores divulgadores y
especialistas”. Y, efectivamente, no
solo se parlotea acerca de filósofos varones, a excepción de Hannah Arendt,
sino que los divulgadores son exactamente divulgadores en su inmensa mayoría,
porque solo encontraron a cuatro filósofas que, según El País, son capaces de
hablar de un filósofo o filósofa, el resto son varones, o sea 21 divulgadores,
porque tres de ellos repiten dos o más veces. Las divulgadoras y filósofas son
escasas o irrelevantes para El País. Eso sí, el 8 de marzo publica
religiosamente un editorial haciéndose cruces de la situación de las mujeres.
A pesar de esto, sin embargo, algo se mejora, y en esta
colección podemos leer a Carla Carmona analizando a Wittgenstein, a Cristina
Sánchez estudiando a Hannah
Arendt, a Mª José Guerra sobre Habermas y a Concha Roldán comentando a Leibniz.
Por cierto, que a María José Guerra, Titular del Área de Filosofía Moral de la
Facultad de Humanidades de Universidad
de La Laguna tuvimos la posibilidad de escucharla recientemente en
Gijón, del 24 al 26 de junio, en la XII Escuela Feminista Rosario de Acuña.
Estas filósofas
no son las únicas, ni las mejores, son filósofas como todas las demás, pero
tienen una ventaja frente a sus colegas masculinos, y es que ellas si que
encuentran filósofas, divulgadoras, eruditas y mujeres con poder y peso en la
historia. Por ejemplo, si se hojea el índice de nombres del libro En el mejor de los mundos posibles,
dedicado a estudiar la figura de Leibniz, por Concha Roldán, nos encontramos
con estos nombres: Marie de Brinon; Anne Conway; Cristina de Suecia; Damaris Cudworth Masham; Isabel Carlota
del Palatinado, Duquesa de Orléans; Elisabeth Gösmann; Anna Catherina Leibniz;
Olga Pombo; Madeleine de Scudéry; Catharina Schmuck; Sofía Carlota de Hannover;
Sofía Dorotea de Hannover; Sofía de Wittelbach, electriz de Hannover y Gerda
Utermöhlen. No son muchas, probablemente en el periodo habría que introducir a
muchas más, pero en los libros de los divulgadores no aparecen ni siquiera esta
docena larga de mujeres interesantes para estudiar la época, y para aportar
conocimiento real. Los divulgadores no
encuentran a ninguna filósofa, o divulgadora, o erudita, o mujer con
poder e influencia que puedan citar en sus sesudos estudios.
Son pocos los
filósofos que saben que Anne Conway (14 de diciembre de 1631-18 de febrero de
1679) o Damaris Cudworth Masham, (18 de enero de 1659-20 de abril de 1708)
pongo por caso, son filósofas, con obra y reconocimiento en su época de buenas
filósofas, lo que da cuenta de su calidad, porque a las normales, a las que son
como ellos, se las desconoce sin más.
Si miramos a los
filósofos que estudia la colección, el panorama es aún más desolador: solo hay
una filósofa que les parezca interesante estudiar, Hannah Arendt. Imagino que
incluso a ellos les parecería anómalo no incluirla. Sin embargo, sujetos como san Agustín,
Schopenhauer o Freud, esa gran tríada misógina, tienen su lugar en la
colección, pero Simone de Beauvoir, que modificó el pensamiento del siglo XX y se valió para ello de las categorías de la filosofía existencialista, no se merece estudio para los modernos
de El País: el 8 de marzo les pondré a Uds. párrafos de las lágrimas de
cocodrilo que vierten estos sujetos “por la lamentable situación de las
mujeres”, como si ellos no fueran responsables en buena medida en esa situación
que supuestamente denuncian.
Bueno, se acabó.
Les propongo celebrar este DÍA DE LA
FILÓSOFA leyendo a alguna de
ellas. Les aseguro que por mucho que estos especialistos
intenten silenciarnos, no
van a conseguirlo.