El 31 de mayo, (fecha que deberemos recordar, lamentablemente, por el fallecimiento de la gran escultora Louise Bourgeois, de la que se puede admirar su “Maman” en el exterior del Museo Guggenheim, en Bilbao), en la clausura del Máster Género y Diversidad, de la Universidad de Oviedo y Estudios de las mujeres y de género de Erasmus Mundos GEMMA, tuve el inmenso placer de volver a escuchar a Marcela Lagarde. No es la primera vez que viene a Asturias, ya en 2002 y 2006 pudimos escucharla en Oviedo y Gijón.
En el aula Magna del edificio histórico de la Universidad de Oviedo, rodeada por enormes cuadros que representan a los “próceres” de la casa, como hizo notar con gracia María Campomanes, pero con una Mesa constituida por mujeres de sobrado prestigio y merecimientos, como Covadonga Betegon Biempica, Vicerrectora de Extensión Universitaria, Cultura y Deportes, María Campomanes, directora del IAM, Sandra Dema, Profesora de Sociología, Esther Álvarez, coordinadora del Master “Género y Diversidad” de la Universidad de Oviedo e Isabel Carrera, coordinadora del Máster “Estudios de las mujeres y de género” de Erasmus Mundos GEMMA, Marcela Lagarde fue capaz de dar ánimos no solo a quienes habían finalizado el Máster, sino a todas las asistentes. Cuando ella lo cuenta, parece que la solución puede lograrse con una cierta facilidad…
Sobre ella tengo escrito en este mismo blog, el 4 de mayo, en relación a los feminicidios de Ciudad Juárez, con ocasión de la entrega del Premio Ortega y Gasset de Periodismo concedido a Judith Torrea por su blog CIUDAD JUÁREZ, EN LA SOMBRA DEL NARCOTRÁFICO.
En esta ocasión Marcela Lagarde, en la conferencia titulada “Sinergia por los Derechos Humanos de las mujeres” nos habló de los Derechos Humanos de las Mujeres y de su concepción de la democracia.
Ya en su libro Género y Feminismo[i], de 1996, dedica un capítulo a la Democracia genérica, en el que dice:
"La democracia de género se basa en la igualdad entre los diferentes, en el establecimiento de diálogos y pactos, en la equidad y la justicia para reparar los daños cometidos contra las mujeres y los oprimidos. La democracia genérica tiene como sentido filosófico la libertad en plenitud para todas y todos. Desde luego que la democracia genérica implica un pacto social abarcador en lo privado y en lo público. Se trata de contribuir a construir modos de vida y concepciones del mundo y de la vida que no vuelvan a estar basadas en la opresión de género y en ninguna otra forma de opresión." Pág. 191
En la conferencia hizo un breve recorrido histórico sobre nuestras predecesoras en la lucha por la igualdad: Olimpia de Gouges, Simone de Beauvoir, María Zambrano, Giselle Halimi… así como un recordatorio del significado de “sinergia”, para lo que utilizó, cómo no, el magnífico diccionario de María Moliner.
También hizo un recorrido por el proceso para la consecución de los Derechos Humanos, en este caso para las mujeres, recordándonos que Eleonor Roosvelt tuvo mucho que ver en la plasmación de los Derechos Humanos en la Carta de 1948, así como la utilización de términos inclusivos, al usar persona en lugar de hombre, etc. También nos recordó la Conferencia de Viena de 1993, donde el tribunal denunció la falta de sus derechos y donde explícitamente “sin derechos de las mujeres no hay Derechos Humanos”.
Por último, comentó con alegría la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, de Venezuela.
Todas las asistentes salimos con la convicción de que un mundo mejor es posible, aunque para ello tenemos que seguir trabajando
[i] Marcela Lagarde (1997), Género y Feminismo, 2ª edición, Edit. Horas y HORAS, Madrid.
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