La publicidad de la sopa de "Gallina Blanca" y el sexismo

El sexismo se transmite reiterada y masivamente por todos los medios posibles. Es sabido que la publicidad es uno de los modos que más se usa para denostar a las mujeres, pero siempre sorprende el descaro con el que se realiza. Voy a ponerles un ejemplo que he visto hoy mismo. Una mujer joven está preparando una sopa de sobre y su madre, una mujer adulta de rasgos suaves y modales cariñosos, se preocupa por el consumo diario de esta sopa, pero su hija le explica las cualidades que hacen de esa sopa una muy sana sopa. La señora mayor la prueba y dice algo así como: “tendré que quedarme a vivir con vosotros”. El marido, que está tranquilamente sentado a la mesa con sus vástagos, esperando la pitanza, hace un gesto de sobresalto y temor.
Y es que debe quedar claro que las suegras NO son bien recibidas.
Me parece que, para vender una sopa, ese mensaje se podría haber ahorrado, a no ser, claro está, que no se quiera ahorrar, sino todo lo contrario.
Les propongo que nunca más consuman productos Gallina Blanca.