¿NECESITA UN MOTIVO PARA VIVIR?

Leer el periódico se está convirtiendo cada vez más en un ejercicio de masoquismo e impotencia. O escuchar la radio.
Esta mañana me desayuno con la noticia que da El País: Los obispos utilizan el gol de Iniesta en su campaña contra la eutanasia.
No sé que nos pasa: estamos pagando miles de millones de euros al año a unos sujetos que se ponen siempre del lado de la reacción; que jamás se ponen del lado de quien sufre si no es para decirle: no te preocupes, ya irás al cielo (si te portas bien y pagas el diezmo a la iglesia, claro); que no nos dan normas éticas aceptables: tú reza y sálvate a ti, quien venga detrás, que arree; están siempre con la pasta y “la aristocracia”, con sus normas morales diferentes, en las que cualquier cosa se mira de manera diferente a si la hace un plebeyo (como la anulación de los matrimonios, que es un sacramento, bla, bla, bla, pero que luego pueden anular con siete hijos o los que les haya dado la gana de tener, sin problemas, siempre que haya pasta para pagarlo).
Pero que la campaña contra la eutanasia de como motivo para vivir ver un partido de fútbol, y no pase nada, significa que nos merecemos lo que nos hacen y más.
¿Hasta cuando vamos a soportar semejante falta de valores?