Acaba de salir Cuadernos Feministas/Cartafueyos Feministes nº 6, de AFA, en el que se publica mi pequeño estudio titulado “Sobre Discípulas, estudiantas y damiselas. Lo que algunos filósofos filosofaron”. Trabe, Oviedo 2011.
En este cuaderno, tal como explicito en la Introducción, “presento a ustedes una pequeña muestra de lo que pretendo hacer en un plan más amplio, según el cuál intentaré seguir el rastro y hacer visible a lo largo de nuestra historia de la filosofía el “hilo violeta” que la recorre y que es sistemáticamente ocultado.
La historia de la filosofía, tal como se enseña actualmente, por lo menos en las enseñanzas no universitarias, no constituye un instrumento adecuado para mostrar lo que el ser humano pensó a lo largo de su dilatada tradición de veintisiete siglos. Es una historia sesgada, contada desde el punto de vista masculino y teniendo en cuenta solamente las aportaciones de los varones, que no corrige lo que de hecho ya está corregido en el pensamiento humano.
También se silencia a los autores que han hablado a contrario de la misoginia, de manera que las justificaciones a la subordinación de las mujeres, parece una creencia general y antigua de todas las civilizaciones, y que por tanto se trata de una verdad natural profunda, cuando la realidad es que desde el principio de la reflexión filosófica, se ha teorizado la existencia de alma en las mujeres, la necesidad de educación igualitaria, la igualdad política de los sexos, la irrelevancia de la biología en las cuestiones que no tengan que ver con la fuerza o la reproducción.
Pero el silenciamiento más notable es el que se hace de las filósofas. Integrarlas en la historia de la filosofía, de forma que en los manuales de historia de la filosofía estén presentes al igual que los filósofos varones, que ocupan páginas y páginas, independientemente de su importancia real, es una tarea urgente e ineludible.”
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