Hoy, 4 de mayo, se hará entrega en el Círculo de Bellas Artes de Madrid de los Premios Ortega y Gasset de periodismo, en su 27ª edición. El premio está dotado con 15.000€ y un aguafuerte de Chillida.
En esta oportunidad, una mujer, Judith Torrea Oiz ha merecido para el jurado, compuesto por varones (en un principio había una mujer en el jurado, pero no pudo asistir y delegó en otro varón), uno de los premios, por su blog “Ciudad Juárez, en la sombra del narcotráfico”. http://juarezenlasombra.blogspot.com/
Es curioso constatar que el jurado, en las frases que emite para justificar el premio (al menos las que reproduce el diario El País el día 20 de abril), dice que premia dicho blog: “por su completo tratamiento de uno de los dramas más graves y brutales de nuestro tiempo, el acoso criminal e indiscriminado a personas indefensas, en Ciudad Juárez, en México”.
Ni una palabra del feminicidio, ni una palabra acerca de que la mayoría de esas personas indefensas son mujeres, que es tan escandaloso el número de mujeres muertas, que ha obligado al gobierno mexicano a intervenir de una vez, que ese mismo gobierno ha sido condenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en noviembre de 2009 por el asesinato, considerado feminicidio, de ocho mujeres en Ciudad Juárez. La sentencia no es recurrible y se considera culpable al estado mexicano por no investigar suficientemente los asesinatos en esta ciudad. Integrantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos aseguran que en Ciudad Juárez asistimos a un feminicidio, aunque no es el único lugar en el que se produce.
El número de muertas, desde 1993, de manera violenta, con signos de haber sido torturadas hasta la muerte, es de tal magnitud, que en los últimos años se han escrito una gran cantidad de libros denunciando el feminicidio de Ciudad Juárez.
Esta es solo una pequeña muestra
En esta oportunidad, una mujer, Judith Torrea Oiz ha merecido para el jurado, compuesto por varones (en un principio había una mujer en el jurado, pero no pudo asistir y delegó en otro varón), uno de los premios, por su blog “Ciudad Juárez, en la sombra del narcotráfico”. http://juarezenlasombra.blogspot.com/
Es curioso constatar que el jurado, en las frases que emite para justificar el premio (al menos las que reproduce el diario El País el día 20 de abril), dice que premia dicho blog: “por su completo tratamiento de uno de los dramas más graves y brutales de nuestro tiempo, el acoso criminal e indiscriminado a personas indefensas, en Ciudad Juárez, en México”.
Ni una palabra del feminicidio, ni una palabra acerca de que la mayoría de esas personas indefensas son mujeres, que es tan escandaloso el número de mujeres muertas, que ha obligado al gobierno mexicano a intervenir de una vez, que ese mismo gobierno ha sido condenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en noviembre de 2009 por el asesinato, considerado feminicidio, de ocho mujeres en Ciudad Juárez. La sentencia no es recurrible y se considera culpable al estado mexicano por no investigar suficientemente los asesinatos en esta ciudad. Integrantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos aseguran que en Ciudad Juárez asistimos a un feminicidio, aunque no es el único lugar en el que se produce.
El número de muertas, desde 1993, de manera violenta, con signos de haber sido torturadas hasta la muerte, es de tal magnitud, que en los últimos años se han escrito una gran cantidad de libros denunciando el feminicidio de Ciudad Juárez.
Esta es solo una pequeña muestra
V. Ronquillo, (2001), Las muertas de Juárez. Crónica de una larga pesadilla, Temas de Hoy, Madrid. En este libro se hace un análisis de las distintas hipótesis oficiales sobre los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez.
Diana Washington Valdez, en Cosecha de mujeres. Safari en el desierto mexicano, (Edit. Océano, Barcelona 2005) hace una exhaustiva crónica desde 1993 hasta 2003 del feminicidio de ciudad Juárez. Da cifras, fechas, nombres de sospechosos, autoridades, policías, y sobre todo, de víctimas. También analiza distintas hipótesis, pero concluye:
Ni un solo hombre ni un grupo son responsables de todos los crímenes en Juárez. Los sospechosos incluyen asesinos en serie, imitadores, pandillas, narcotraficantes y un grupo de influyentes. Ninguno de los verdaderos asesinos de esta larga década de series de crímenes sexuales ha sido encarcelado. Mientras los criminales continúen en libertad, ninguna mujer estará segura en las calles de esta ciudad fronteriza. Ha sido claro que funcionarios corruptos han encubierto los crímenes y protegido a los asesinos. Debido a la complicidad oficial, las muertes significan crímenes de Estado, y son, de acuerdo con lo expresado por un funcionario del FBI, “crímenes contra la humanidad”. (pág 219)
Feminicidio, de Marcela Lagarde, es la transcripción literal de una conferencia pronunciada por Lagarde el 12 de enero de 2006 en la Universidad de Oviedo, editada por Asociación Feminista Asturiana (AFA), y este texto inicia una nueva serie de publicaciones de AFA, con el título Cuadernos Feministas.
El término feminicido ha sido aceptado, explica Marcela Lagarde, como una categoría teórica, como “una categoría analítica de la teoría política y consiste en enfrentar el problema como parte de la violencia de género contra las mujeres.” (pág. 11)
Los diferentes libros dan diferentes versiones de los asesinatos de mujeres en Ciudad de Juárez: así, por ejemplo, se dice que hay asesinos en serie, o que se trata de enfermos mentales, o que los señores del narcotráfico se divierten así, o también que hay mafias que van de una ciudad a otra sembrándolas de cadáveres mutilados…
Es cierto que en Ciudad Juárez se dan una serie de circunstancias especiales: ciudad de frontera, con maquilas en las que trabajan muchas mujeres jóvenes mestizas, con una importante economía criminal debida al narcotráfico, y todo ello puede dar lugar a situaciones de riesgo notables, pero el feminicidio no se da sólo en Ciudad Juárez y en México.
Marcela Lagarde, que es Presidenta de la Comisión Especial para el Seguimiento de las Investigaciones sobre los Feminicidios en la República Mexicana, sigue en su análisis a las investigadoras Jill Radford y Diana Russell. Dice que “se trata de crímenes de odio hacia las mujeres”.
El término feminicido ha sido aceptado, explica Marcela Lagarde, como una categoría teórica, como “una categoría analítica de la teoría política y consiste en enfrentar el problema como parte de la violencia de género contra las mujeres.” (pág. 11)
Los diferentes libros dan diferentes versiones de los asesinatos de mujeres en Ciudad de Juárez: así, por ejemplo, se dice que hay asesinos en serie, o que se trata de enfermos mentales, o que los señores del narcotráfico se divierten así, o también que hay mafias que van de una ciudad a otra sembrándolas de cadáveres mutilados…
Es cierto que en Ciudad Juárez se dan una serie de circunstancias especiales: ciudad de frontera, con maquilas en las que trabajan muchas mujeres jóvenes mestizas, con una importante economía criminal debida al narcotráfico, y todo ello puede dar lugar a situaciones de riesgo notables, pero el feminicidio no se da sólo en Ciudad Juárez y en México.
Marcela Lagarde, que es Presidenta de la Comisión Especial para el Seguimiento de las Investigaciones sobre los Feminicidios en la República Mexicana, sigue en su análisis a las investigadoras Jill Radford y Diana Russell. Dice que “se trata de crímenes de odio hacia las mujeres”.
“El Feminicidio se conforma en una violencia social contra las mujeres; en la sociedad se acepta que haya violencia contra las mujeres, la sociedad ignora, silencia, invisibiliza, desvaloriza, le quita importancia a la violencia contra las mujeres y a veces las comunidades (familia, barrios, cualquier forma de organización social) minimizan la violencia y tienen mecanismos violentos de relación y trato con las mujeres” (pág. 12).
Recuérdese que el primer informe de Amnistía Internacional que considera las muertas de Juárez como “intolerables” es del año 2003, cuando difunde su informe “Muertes intolerables”. Necesitó diez años de asesinatos de mujeres para comprender que estábamos ante un asunto que requería su intervención.
El feminicidio no sólo se ocupa de las muertes, sino de todo el conjunto de actos violentos contra las mujeres y de “las muertes anunciadas”.
Las medidas adoptadas hasta ahora en Ciudad Juárez, cuando hay alguna, son policiales, pero se trataría de lograr que dejase de haber violencia institucional contra las mujeres, es decir, se trataría de que el estado, de que los estados garanticen la seguridad de las mujeres.
Marcela Lagarde ha elaborado una antropogeografía del feminicidio en México, para poder prevenir las muertes de niñas y mujeres. Intenta transmitir que la violencia contra las mujeres no es natural, que se puede cambiar cambiando las condiciones de vida de la mujeres y presentó una propuesta de ley, que se ha sustanciado en la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, publicada el 1 de febrero de 2007, modificada el 20 de enero de 2009.
El Lema de la Comisión Especial, presidida por Marcela Lagarde es: “Por la dignidad y la libertad de las mujeres”.
Que así sea.
El feminicidio no sólo se ocupa de las muertes, sino de todo el conjunto de actos violentos contra las mujeres y de “las muertes anunciadas”.
Las medidas adoptadas hasta ahora en Ciudad Juárez, cuando hay alguna, son policiales, pero se trataría de lograr que dejase de haber violencia institucional contra las mujeres, es decir, se trataría de que el estado, de que los estados garanticen la seguridad de las mujeres.
Marcela Lagarde ha elaborado una antropogeografía del feminicidio en México, para poder prevenir las muertes de niñas y mujeres. Intenta transmitir que la violencia contra las mujeres no es natural, que se puede cambiar cambiando las condiciones de vida de la mujeres y presentó una propuesta de ley, que se ha sustanciado en la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, publicada el 1 de febrero de 2007, modificada el 20 de enero de 2009.
El Lema de la Comisión Especial, presidida por Marcela Lagarde es: “Por la dignidad y la libertad de las mujeres”.
Que así sea.
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