El pasado jueves 11, Carmen Suárez, que fue la primera Jefa de Servicio que tuvo el Instituto Asturiano de la Mujer, presentó en el Ateneo Obrero de Gijón, la obra de Paloma Uría “El feminismo que no llegó al poder. Trayectoria de un feminismo crítico”[1]. Independientemente de que se esté más o menos de acuerdo con el enfoque, este libro es importante para las mujeres porque relata la historia desde los años setenta en España de las luchas de las mujeres para lograr la equiparación legal con los varones, para que la diferencia por sexo no genere diferencia de oportunidades ni discriminaciones varias.
El libro es interesante por varias razones: por recordar el lenguaje que se usaba, los temas que se trataban, las estrategias que se utilizaban; porque despierta una cierta ternura recordar los argumentos que se esgrimían, tanto a favor como en contra, de cualquier asunto del que se tratara; porque recupera el protagonismo histórico de las mujeres en la historia reciente, pero sobretodo, a mi juicio es interesante, porque nos permite comprender no sólo lo que hemos hecho, sino también lo que estamos haciendo en la actualidad.
Se asegura desde diversas instancias que el feminismo ya no tiene sentido, o que ya está metabolizado por el sistema, o que ya no hay feministas nuevas que aporten nada, que no hay discurso, que no hay estrategia. Que no hay Movimiento.
Escuchando a estas dos feministas primero y leyendo el libro después, se comprende que se ha producido un cambio notable en nuestras condiciones de vida, gracias a nuestro esfuerzo y que en al actualidad nuestra acción, como ha ocurrido antes, es silenciosa pero ininterrumpida y lograremos, como hasta ahora, cumplir los objetivos propuestos, hasta alcanzar la posibilidad de una vida digna para todas las mujeres.
[1] Paloma Uría “El feminismo que no llegó al poder. Trayectoria de un feminismo crítico”, editorial Talasa. Col. Hablan las mujeres. Oviedo 2009
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